¿Tu bebé regurgita mucho? Posibles causas y señales de alerta
La regurgitación en los bebés es común durante los primeros meses y suele reflejar una maduración aún incipiente del sistema digestivo. Cuando el bebé termina de comer y parte del contenido regresa a la boca sin fuerza ni sufrimiento, estamos ante algo generalmente benigno.
Causas frecuentes
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Esfínter esofágico aún inmaduro: no está completamente desarrollado y permite que parte del contenido vuelva.
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Demasiada leche ingerida: el estómago pequeño puede devolver lo sobrante.
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Aire tragado: mal agarre o tomas apresuradas.
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Actividad física abrupta tras la toma: pequeños movimientos pueden desencadenar regurgitación.
Cuándo es normal y cómo ayudar
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Mantén al bebé vertical por 20-30 minutos después de comer.
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Ofrece tomas más pequeñas y frecuentes.
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Asegúrate de una buena succión al pecho o botella.
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Si la fórmula le resulta pesada, Kabrita puede ser una alternativa más leve y bien tolerada.
Consulta al pediatra si ves:
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Vómito fuerte (en proyectil).
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Presencia de sangre o verde (bilis).
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Falta de ganancia de peso.
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Fiebre, dificultad para respirar o irritabilidad extrema.
El objetivo es estar atentos sin alarmarse. Cada bebé tiene ritmos distintos, y una dieta bien tolerada es clave para su bienestar.
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