Lactancia materna y uso de biberón
La lactancia materna es la alimentación ideal y brinda los mayores beneficios para el lactante, ya que posee innumerables ventajas nutricionales, inmunológicas y psicológicas frente a la lactancia con fórmula. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva durante 6 meses, seguida por la introducción de alimentos complementarios y la siguiente de la alimentación al pecho hasta los dos años o más . 1
Los bebés alimentados con leche materna tienen un sistema inmune más fuerte y por ello presentan menos enfermedades como: catarros, bronquiolitis, neumonía, diarreas, otitis, meningitis, infecciones de orina, enterocolitis necrotizante y síndrome de muerte súbita del lactante. 2
El amamantar también tiene múltiples beneficios para la mamá, como:
- Acelera la recuperación del útero y protege de la anemia tras el parto.
- Favorece la recuperación de la silueta, al reducir la circunferencia de cadera, debido a la movilización de las grasas acumuladas como reserva durante el embarazo.
- Facilita la relajación de la madre gracias a las hormonas que se segregan al amamantar.
- Disminuye la incidencia de la osteoporosis y la posibilidad de una fractura de cadera en edad avanzada.
- Disminuye la incidencia del cáncer de mama, de ovario o de útero.
- Disminuye el riesgo de artritis reumatoide.
Se recomienda iniciar la lactancia lo antes posible, tanto si el parto ha sido vaginal como por cesárea.
En los primeros días las tomas deben ser frecuentes, aproximadamente cada 2 a 3 horas. Se puede ofrecer el pecho cuando se observen signos de hambre, como movimientos de la boca, sin esperar a que llore.2
No es recomendable contar los minutos ni limitar la duración de la toma porque esto puede impedir que el niño tome la leche que necesita. La duración de cada toma es variable. Se recomienda amamantar sin seguir horarios. Simplemente cada vez que el bebé busque o llore.2
En numerosas ocasiones la lactancia se interrumpe de manera injustificada, existiendo muy pocas situaciones que contraindican la lactancia materna, siendo algunas de ellas:3
- Galactosemia.
- Malabsorción congénita de glucosa-galactita.
- Deficiencia primaria de lactasa.
- Infección materna por virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
- Hijos de madre portadora de virus de leucemia humana de células T.
En caso de que la lactancia materna no sea posible o requieras complementarla con fórmula te ofrecemos los siguientes consejos:4
Consulta con tu pediatra o profesional de la salud para que te recomiende una fórmula adecuada para las necesidades de tu bebé.
- Necesitarás varios biberones, tetinas y un cepillo para biberones, equipo de esterilización como esterilizador de agua fría, microondas o esterilizador a vapor. No hay evidencia de que un tipo de tetina o biberón sea mejor que cualquier otro.
- Asegúrate de esterilizar los biberones hasta que el bebé tenga al menos 12 meses de edad.
- No olvides lavarte las manos antes de preparar y manipular los biberones y preparar la fórmula.
- Sigue las instrucciones para la preparación de la fórmula que estás usando.
- Asegúrate de que ambos estén cómodos, sosteniendo al bebé en posición semi erguida, apoyando su cabeza para que pueda respirar y tragar cómodamente.
- Recuerda darle a tu bebé el tiempo suficiente para alimentarse.
REFERENCIA.
- Asociación Española de Pediatría; GUÍA PRÁCTICA PARA PADRES Desde el nacimiento hasta los 3 años, 2013, Pág. 51-67; Disponible en: https://enfamilia.aeped.es/lecturas-recomendadas/guia-practica-para-padres-desde-nacimiento-hasta-3. 2. Cuídame: guía para padres y madres, Departamento de salud y Consumo, Gobierno de Aragón. D.L.: Z-1741/05. Disponible en: https://www.nhs.uk/conditions/baby/breastfeeding-and-bottle-feeding/bottle-feeding/advice/